Con un robot de repostería:
En un bol, vierte la leche y añade la levadura de panadería con una cucharadita de azúcar.
Mezcla y deja reposar durante 10 minutos.
En el bol de la batidora, vierte la harina,
el huevo ligeramente batido, la mantequilla derretida, el azúcar y la mezcla de leche y levadura.
Bate la masa enérgicamente durante 20 minutos,
hasta que quede suave y elástica.
A mano: En un bol, combina la mantequilla, el huevo,
el azúcar y una pizca de sal. Añade la leche con la levadura y la harina.
Mezcla bien y pasa todo a una superficie de trabajo ligeramente enharinada.
Sigue amasando con las manos hasta obtener una masa lisa y elástica.
Pon la masa en un bol tapada con un paño y deja levar hasta que doble su volumen.
Mi consejo es dejarla en el horno apagado con la luz encendida.
Pasado el tiempo de levado, extiende la masa formando un rectángulo
de medio centímetro de grosor sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada.
Con un cortador de galletas, corta discos de 6 cm.
Coloca los donuts en una placa de horno y pon un cuadrado de papel de horno debajo de cada donut.
Esto te ayudará a levantarlos sin tocarlos con las manos
una vez levantados, para sumergirlos en el aceite caliente.
Cubre los donuts con un paño y deja levar otra hora.
Mientras tanto, prepara la crema diplomática italiana
mezclando la crema pastelera con la nata líquida montada con las dos cucharadas de azúcar glas. Echar el aceite en una cacerola con bordes altos y,
una vez bien caliente, sumergir los donuts (no más de 2 a la vez)
para no bajar la temperatura del aceite.
Dejar leudar y dorar durante 5 a 6 minutos por donut.
Para darle un toque dulce a estos deliciosos donuts
Colocar la crema de diplomata italiana en una manga pastelera y rellenar los donuts.
