Preparación
En una cacerola, vierte medio litro de leche. Raspa media vaina de vainilla con un cuchillo, y agrega las semillas y la vaina a la leche. Lleva todo a hervor a fuego lento para que la vainilla se infusione bien en la leche.
Separar las yemas de las claras de 5 huevos y ponerlos en una ensaladera o bol. Verter 100 gramos de azúcar y batir enérgicamente con unas varillas hasta que la mezcla blanquee y se disuelvan los cristales de azúcar.
Añadir poco a poco 60 gramos de maicena (tipo maicena) o, en su defecto,
harina a la mezcla de yemas y azúcar. Mezclar suavemente para no formar grumos.
Una vez que la mezcla esté bien mezclada, verter la mitad de la leche sabor vainilla recién hirviendo -en la nata-.
Mezclar primero con delicadeza y luego con más fuerza para soltar la nata. Cuando la nata esté muy blanda, verterla de nuevo en la cacerola con la mitad restante de la leche.
Volver a poner la cacerola a fuego lento. Mezclar constantemente hasta que aparezcan las primeras burbujas, lo que coincide con el espesamiento de la nata. Esta debe permanecer flexible.
Cuando la nata esté suficientemente cocida, apagar el fuego y seguir batiendo para que
se enfríe más rápidamente.
Para evitar que se forme una costra seca en la superficie, unta la nata con
unos 50 gramos de mantequilla. De esta forma, la nata quedará muy suave y brillante.
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