INSTRUCCIONES
Precalienta el horno a 350 °F/175 °C.
Engrasa 2 moldes redondos de 20 cm (8 pulgadas) con mantequilla y cubre el fondo con papel de horno.
Agrega la mantequilla y el azúcar a un bol o batidora. Bate a velocidad alta hasta que la mantequilla tenga un color más claro. Incorpora los huevos uno a la vez hasta que se mezclen. Incorpora la vainilla.
En un bol aparte, tamiza la harina, el polvo de hornear y la sal.
Agrega 1/3 de la mezcla seca a la húmeda y mezcla a velocidad lenta hasta que se incorporen. Agrega 1/3 de la leche y mezcla. Repite hasta que se usen todas las mezclas seca y húmeda y la masa esté suave.
Divide la masa de manera uniforme entre los 2 moldes y alisa la parte superior.
Hornea durante 30 a 40 minutos hasta que estén dorados de manera uniforme y se separen ligeramente de los lados del molde.
Un palillo debe salir limpio al insertarlo en el centro. El tiempo de horneado dependerá de nuestro horno y del color de los moldes. Utilicé moldes de colores claros, el tiempo de horneado puede ser más corto con moldes oscuros.
Después de sacar del horno, dejar enfriar durante 10 minutos en el molde.
Desmoldar sobre rejillas y retirar con cuidado el papel si está pegado a los bizcochos. Dejar enfriar por completo.
Batir la nata espesa hasta que forme picos firmes.
Con la parte plana de uno de los bizcochos hacia arriba, esparcir la mermelada/jalea uniformemente sobre la parte superior.
Esparcir 3/4 de la nata sobre la mermelada, dejando un pequeño borde. Añadir el resto de la nata a una manga pastelera y cortar una esquina. Hacer un borde con manga pastelera para darle un bonito borde. Este paso se puede omitir si se quiere esparcir la nata hasta los bordes.
Colocar con cuidado el otro bizcocho encima con la parte plana hacia arriba. Espolvorear con una pizca de azúcar glas.
Disfruta de tu tradicional bizcocho Victoria
